Durante las últimas décadas, el mundo ha experimentado un crecimiento exponencial, interés y curiosidad por las intervenciones cuerpo-mente como el yoga, la meditación y el Tai Chi. Después de practicar tales disciplinas, no nos lleva mucho tiempo sentirnos más fuertes físicamente y experimentar una mayor claridad mental. Como dice el refrán, hace bien a la mente y al cuerpo.
Pero una nueva investigación de las universidades de Coventry y Radboud, publicada en la revista Fronteras en Inmunología, sugieren que los beneficios de estas prácticas son mucho mayores que simplemente calmar la mente y fortalecer el cuerpo. Los beneficios en realidad comienzan a nivel molecular y pueden cambiar nuestro destino genético. En otras palabras, pueden "revertir" las reacciones moleculares en nuestro ADN que causan mala salud y depresión. ¿Cómo?
Como todos sabemos a estas alturas, el estrés es un asesino silencioso, y cuando estamos bajo estrés, nuestra respuesta de lucha o huida se activa. El estrés produce un efecto inflamatorio que refuerza temporalmente el sistema inmunológico. En la prehistoria de los cazadores-recolectores de la humanidad, esto jugó un papel importante cuando existía un mayor riesgo de infección por heridas. Sin embargo, en la sociedad moderna, donde el estrés se ha vuelto cada vez más psicológico y duradero, es más probable que la expresión génica proinflamatoria persistente cause problemas psiquiátricos y médicos.
En su investigación, a lo largo de 11 años, los expertos se basaron en 18 estudios con 846 participantes para analizar cómo diferentes intervenciones de cuerpo y mente afectaron el comportamiento y la expresión de nuestros genes, lo que significa que se enfocaron en la forma en que los genes se activan para producir proteínas. Las proteínas son los componentes básicos del cuerpo, que influyen en nuestra estructura biológica, el funcionamiento del cerebro y el sistema inmunológico. Son responsables de la estructura y función del cuerpo. Los resultados de este estudio apuntan a un patrón de cambios moleculares que le suceden al cuerpo al practicar intervenciones cuerpo-mente, que resultan en cambios beneficiosos para nuestra salud física y mental. ¿Entonces, cómo funciona?
Nuestro sistema nervioso simpático (SNS) es responsable de la respuesta de 'lucha o huida', y cuando una persona experimenta un evento estresante, se activa el SNS. El resultado es que el cuerpo comienza a aumentar la producción de una molécula llamada factor nuclear kappa B (NF-kB). NF-kB es responsable de regular cómo se expresan nuestros genes. Traduce el estrés mediante la activación de genes, que a su vez producen proteínas llamadas citocinas. Las citocinas provocan inflamación a nivel celular. Nuevamente, esta inflamación es beneficiosa como una reacción de lucha o huida de corta duración, pero el efecto a largo plazo conduce a un mayor riesgo de cáncer, envejecimiento acelerado y trastornos psiquiátricos como la depresión.
Lo que los investigadores de este estudio sugieren, sin embargo, es que las personas que practican actividades cuerpo-mente como la mediación y el yoga, producen el efecto opuesto, es decir, sus cuerpos experimentan una disminución en la producción de NF-kB y citocinas. Esto invierte el patrón de expresión génica proinflamatoria y da como resultado una reducción del riesgo de enfermedades y afecciones relacionadas con la inflamación.
"Estas actividades están dejando lo que llamamos una firma molecular en nuestras células, que revierte el efecto que el estrés o la ansiedad tendrían en el cuerpo al cambiar la forma en que se expresan nuestros genes", dijo la investigadora principal de la Universidad de Coventry, Ivana Buric. Las MBI hacen que el cerebro dirija nuestros procesos de ADN por un camino que mejora nuestro bienestar ".
¿Es posible entonces que cuanto más nos dediquemos a la meditación, el yoga y las intervenciones de la mente y el cuerpo, menos dependamos de los médicos, los medicamentos y las cirugías, y tal vez incluso prolonguemos nuestras vidas y mejoremos nuestra calidad de vida?
La próxima vez que se siente a meditar, practicar yoga o cualquier otra actividad alternativa, recuerde, es posible que en realidad esté cambiando su vida.